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Escalambrujos.

Everybody´s goes to Rick´s

Everybody´s goes to Rick´s  se llamaba una obra teatral no estrenada en la que se basó Curtiz para dirigir Casablanca. El Rick´s Café Americain era el bar donde Humprey Bogart nunca dijo aquello de "tocala otra vez, Sam" aunque sí que dice otra frase célebre "Here´s looking at you kid" mientras apura una copa de coctel. El barman del Rick´s se llama Sascha, actor Ruso y compañero de copas de Bogart, al que en la película asigna el papel de guardaespaldas en la casa de Ivonne.

En otro bar en el año 1964 James Bond pedía un Martini agitado, pero no revuelto al barman, en la novela Casino Royal de Ian Fleming  y en el Café de Doña Rosa la vida de los ciudadanos del Madrid de la postguerra transcurría tediosa mientras liaban cigarrillos sobre lápidas del cementerio en "La colmena" de Cela.

Quiero decir con esto, que todos tenemos, o deberíamos tener un Rick´s Café y un Sascha. Yo tuve el mío, bueno la tuvimos unos cuantos. Siempre fue nuestra camarera preferida, pasamos jueves eternos borrachos, acodados en la barra, adorando sus blusas con escotes infinitos en la espalda. Y cuando ya, a punto de cerrar, nos invitaba a unos chupitos, siempre hacía que sonará en el bar "Malagueña Salerosa" de los Chingon y todos aullábamos abrazados aquello de "que bonitos ojos tienes, bajo de esas dos cejas". Las navidades pasadas al acercarnos a la barra vimos que no estaba y preguntamos por ella. "Se marchó" fue la escueta respuesta. Así sin más, sin un hasta luego muchachos, ni un barra querida de aquellos tiempos. Pedí el libro de reclamaciones y rellené unas cuantas hojas. nos habiamos quedado  huérfanos de espaldas que admirar, de canciones que destrozar y de amores por confesar.

Anoche volvimos a encontrarla, en el mismo lugar de siempre, pero al otro lado de la barra. Ahora es fotógrafa, cubre las giras latinoamericanas de un conocido grupo de música, no es mal cambio con respecto a lo anterior, pero nosotros tenemos nuestra orfandad muy reciente como para alegrarnos demasiado. Bebimos juntos, conversamos sobre sus fotos, que ahora se muestran en el bar y cuando le dije que tenía previsto comprarme una reflex pero que nunca había probado una ella me dijo que esperara un momento y se marchó, volvió de casa con una mochila con su reflex y tres objetivos, me dijo que me la quedará tres semanas y la probara. Yo le decía que no podía, que es mucho dinero, y que sí se fiaba de mí  -todo esto mientras sujetaba un tamron 18-200 tambaleándome en la banqueta- ella me miró y entendí que cinco años sirviéndome casi todos los jueves havana 7 con limón me han convertido en un tipo de fiar. 

Es un gesto que poca gente tendría, por eso se convirtió en nuestra Cass, por eso Bogart encomendó a Sascha que protegiera a Ivonne. Al final terminé la noche en el bar con las persianas bajadas y  compartiendo la última copa con todos los camareros, y es que sí, al final es cierto, Todo el mundo va al Rick´s.

1 comentario

Amparo -

A fe mía, Emilio, que no se ha licuado tu cerebro...
¡Deja la fotografía y dedicate a la literatura!
O no dejes nada y dedicaté a disfrutar, que es lo que sin duda haces...
Me alegro de que haya llegado un poco de fresco aire del Pirinéo al llano ¿o no ha sido eso...?
Besos
Ampa
Pd.-Ya estoy metida, hasta el fondo, en las forjas de un rebelde, gracias por tu recomendación.