Tres turolenses en Vietnam. De Dalat a Camboya pasando por el Mekong
Llevo varios días sin escribir, desde la ultima vez han pasado muchos Km. y unas cuantas noches de autobús. Como conté estábamos en Dalat,. pueblo montañoso, rodeado de cascadas y montes donde se cultivan frutas y flores y en el que hace bastante frío. Allí alquilamos unas motos para visitar un poblado de la etnia Lat y posteriormente dar un paseo hasta una cima volcánica, imposible. A los veinte minutos nos encontramos con la familia de vietnamitas que nos invita a comer, a comer mucho, a cantar y a beber, irremediablemente, licor de arroz. Por cierto, que no lo conté, pero en el descenso desde Lat hasta Dalat, tras la fiesta campestre, me cobré mi primera victima con la motocicleta, atropellé a una gallina. Por la noche fuimos a nuestra primera y única discoteca vietnamita donde descubrimos varias cosas. El gin tonic vietnamita es infernal y da una resaca infernal elevado a ene. el sentido del ritmo solo pertenece a aquellas personas que nacieron en el trozo de tierra que va desde Tombuctú hasta Johannesburgo y por el ímpetu con el que intentaban sacarme a bailar, a las vietnamitas, sobre todo a las prostitutas, les resulto un tipo bastante atractivo.
Al día siguiente con las mismas motos, total vale un euro para todo el día, fuimos hasta el lago de Ankroet, el lago no tiene mucho misterio, pero confundimos el camino, por suerte, y acabamos en un río lleno de pozas y cascadas y saltos de agua, a pesar del frío, en cuanto asomo un rayo de sol me lance al agua. Cris incumplió su palabra de que si yo me metía ella también con vagas excusas de que no se ve el fondo, a saber lo que habrá, hace frío, etc. Al regreso paramos a comer en un puesto en el camino. Allí solo había dos platos: puerco espin y pollo. El pollo elegías cual y la señora lo cogía, lo mataba en el momento y lo cocinaba. Le pedimos que nos sacara unas brasas y una parrilla y nos lo hicimos así, el puercoespín esta rico, sabe a cerdo.
Por la noche cogimos un autobús hacia Saigón, 7 horas por la peor carretera que he pisado en mi vida. De lejos el peor viaje de todos. Llegamos a Saigón a las 5 de la mañana y nos vamos al hotel donde dormimos la primera noche hace ya casi un mes. Nos queda el delta del Mekong y pasar a Camboya a ver los templos de Angkor y tenemos solo seis días. Las opciones que barajamos y nos ofrecen es hacer el delta del Mekong con una agencia en un día y al siguiente nos dejan en Phom Penh, Camboya. Es caro y además vemos que el circuito supone visitar 3 pueblos en un día separados en mas de siete horas de distancia el primero del último, además nuestra afinidad a los tours turísticos es poca así que decidimos liarnos la manta a la cabeza y hacerlo por nuestra cuenta.
En todos los sitios nos dicen que no es posible, que no hay autobuses locales, que solo con agencia, etc. Hasta que le pedimos a la dueña de nuestro hotel que por favor nos compre ella tres billetes para autobus local, no turístico, para ir hasta Chau Doc, la ultima población en el delta antes de Camboya.
Salimos esa misma noche y llegamos a chau doc a las 4 de la mañana, no hay nadie, todo esta apagado y una señora duerme junto a su puesto callejero. Se despierta cuando nos sentamos en él y nos prepara unos cafés. Al cabo de una hora el día comienza a despuntar y nos acercamos hasta la rivera del río, no ha pasado ni un minuto cuando un pescador nos ofrece su barco para recorrerlo. Estamos solos, ni un turista, negociamos dos horas de recorrido por dos euros por cabeza y comienza la aventura. Primero visitamos en solitario el mercado flotante, los primeros rayos de sol se comienzan a reflejar en las aguas del río mientras la gente intercambia sacos de piñas, mangos, bananas de una barca a otra. Luego navegamos entre los poblados sumergidos en el río, para terminar en unas casas en el centro del cauce. En ellas tienen cebados a los peces con pienso desde una pesquera en el interior de la barca. Luego pasamos a otra en la que están extrayendo los peces para pasarlos a un barco que los lleva a la venta. Los sacan con cestas entre dos personas, en total vemos como sacan mas de tres mil kilos de pescado. Continuamos el viaje, son las 9 de la mañana y llevamos una hora mas de la contratada, el sol comienza a ser de justicia y el poblado en el que estamos comienza, de repente a llenarse de turistas, están llegando los operadores turísticos, axial que le decimos a nuestro capitán que es suficiente, que regresamos a puerto, el camino de vuelta es completamente distinto, el sol es abrasador, el mercado ha desaparecido, apenas quedan unas pocas barcazas y el resto han sido sustituidas por barcos repletos de turistas que pasan en fila junto a las casas uno detrás de otro. Le damos una propina al capitán e intentamos la odisea de pasar a Camboya, aqui se frena todo, ya que descubrimos que el ultimo ferry partió hace una hora. Así que cogemos un hotel, dormimos hasta las tres de la tarde y al despertados contratamos una motos que nos lleven hasta la base del monte Sam, montaña de 213 metros de altura, es la única que se ve en todo el Mekong, sagrada para los budistas chinos de Vietnam, y cuya ascensión por un estrecho sendero esta repleta de templos y pagodas.
al día siguiente cogemos un ferry a las cinco de la mañana, tras cinco horas de navegación y una en otro barco donde debes sacarte el visado de Camboya llegamos a Phom Penh. nada mas bajar nos asedian los conductores de los infames tuk tuk, como íbamos prevenidos usamos la táctica de andar sin pararnos y meternos en el primer bar, allí ya nos dejan tranquilos y podemos decidir, no tenemos guía de Camboya, así que compramos una de las miles de la lonely planett que hay por las calles, que no son sino imitaciones de la original en ingles. nuestro plan es ir a Shimn rep, a los templos de Angkor y si puede ser hoy mejor, en todas las agencias nos dicen que no, que el ultimo autobús salio a las doce de la mañana, hasta que de casualidad Kenia entra en una y consigue un billete de autobús a las seis de la tarde, redondo, la cosa nos sale perfecta de tiempo, mañana vienes vemos por fin Angkor, llegaremos para ver el amanecer como habíamos planeado, llevo 30 días con un trípode manfrotto de 5 kilos en la mochila solo por hacer la foto del templo de Angkor wat al amanecer, y el sábado en contrarreloj debemos volver hacia Saigón, sin ninguna incidencia porque el lunes volamos para España. Alea jacta est.
*He cambiado el título porque desde el primer día se debió llamar asi, ya que son las aventuras y desventuras de los tres por el sudeste asiatico y tanto kenia, como Cris, como yo, somos de Teruel.
*Cuelgo el post desde Camboya, lo tenía medio escrito. hoy hemos visitado los templos de Angkor, desde las cuatro y media de la mañana, para ver amanecer, hasta el anochecer. Son impresionantes, pero eso es crónica para otro día.
7 comentarios
ASUN -
tu madre -
Emilio -
Dani, por mi bin,pero me va a costar salir por espanya despues de estos precios.
Un abrazo
Gonzo -
Enhorabuena.
El dani -
JESUS -
Literatura de viaje, sin más, muy bien.
Lo del tripode me duele solo de pensarlo, eso solo unos pocos de Teruel pueden hacerlo.
Ya no se que hacer, si ver el documental de la NG que tengo del templo o esperar a ver las fotos, ... bueno que les den, espero las fotos, total a los otros le sobran los medios y viajan en Primera.
Al final me queda la impresion de que Vietnan es como Disney, lleno de gente.
Recuerdos al General Kurtz
Anónimo -
Pili A