Blogia
Escalambrujos.

Denuncia social

Matanza de la Calle Atocha

El 24 de enero de 1977 un grupo de pistoleros ultraderechistas asalto un despacho de abogados laboralistas afiliados a CCOO y al PCE, todavía ilegal en España, condujo a los 9 abogados y abogada que en el interior, a las diez de la noche, todavía continuaban trabajando, a una habitación y allí los ametrallaron a todos, muriendo cinco de ellos y quedando otros cuatro gravemente heridos.

Los asesinos fueron José Fernández CerráCarlos García Juliá y Fernando Lerdo de Tejada  y el autor intelectual el entonces secretario provincial del sindicato vertical del transporte Francisco Albaladejo. 13 años después un informe de los servicios secretos italianos demuestra la participación de un ciudadano de ese país, perteneciente a una organización anticomunista vinculada a la CIA. Lerdo de Tejada se fugó en 1979 en un permiso penitenciario, manda cojones, antes del juicio y todavía sigue en paradero desconocido; Garcia Julia se fugó cuando le quedaban 10 años de prisión y fue detenido en Bolivia por tráfico de estupefacientes y cumple condena en una carcel Boliviana, donde espero que le esten llenando el ojete de esperma de “Soldadito Boliviano” como recito Celaya y Fernández Cerrá parece que trabaja, como no, de vigilante de seguridad, ese gremio.....

La matanza fue un duro golpe a la moral democrática y de izquierdas española y supuso la primera manifestación multitudinaria tras la muerte del dictador. El Partido Comunista pactó con el gobierno de Suarez que se permitiera un entierro público a cambio de que los dirigentes Comunistas mantuvieran a sus afiliados tranquilos, el PC fue, al contrario que el PSOE, un partido activo en la clandestinidad y en la lucha antifranquista. Las imagenes del entierro son sobrecogedoras, los cientos de puños levantados al paso de los ataudes, los cantos de La Internacional...., la demostración de poder y solemnidad que hizo el PC esos días provocó, que tres meses después, durante la festividad de Sábado Santo se legalizara el Partido Comunista Español.

Hace 33 años, el 24 de enero de 1977 murieron acribillados a tiros en el número 55 de la calle Atocha de Madrid los abogados Enrique Valdevira, Luis Javier Benavides, Francisco Javier Sauquillo, el estudiante de derecho Serafín Holgado de Antonio y el administrativo Ángel Rodriguez Leal. En realidad los muertos fueron diez, porque Dolores González Ruiz, casada con Sauquillo estaba embarazada y el bebé murió. Los asesinos eran muy católicos.

Me estoy leyendo Anatomía de un instante, novela-ensayo sobre la asonada del 23-f escrito por Javier Cercas y, por curiosidad, me estoy apuntando muchos de los nombres que aparecen en el libro, porque tanto nombre compuesto me chirría y me suena bastante y el google ayuda mucho a seguir la pista a la gente y es que pese a los 33 años que han pasado desde la matanza siguen muchas cosas igual y es que, debajo de la corbata naranja, o el traje de empresario centrista y demócrata de toda la vida, creo que aun hay mucho camisa azul.

Soitu echa el cerrojazo.

El portal de noticias independiente SOITU, comprometido con los derechos humanos y  los temas sociales. Con una apuesta basada en la independencia informativa y en la participación de los lectores SOITU había recibido numerosos premios en su corta existencia de tan sólo 22 meses. El BBVA ha decidido que no era una apuesta segura y les ha cerrado el grifo con lo que deben cerrar la casa

La foto es del semia abandonado pueblo turolense de Corbatón.

Pedazo de Blog: Mimesacojea

Pues lo descubrí ayer. Es el blog de un columnista de ese periodico para rojeras que es Público, que por cierto regalaba unos libros de fotografía cojonudos, que yo me perdí casi todos y el sábado un libro de Bakunin "Dios y el Estado", que lo dejo para el avión a Vietnam. Jose A. Pérez además de columnista es guionista del Hormiguero y uno de los blogger más conocidos. Es cínico y mordaz y se hizo famoso en nuestro país y unos cuantos más al recibir una demanda de los periodicos sensacionalistas "The Sun" y el otro cuyo nombre no recuerdo porque en su blog publicó una entrevista al fantasma de la niña Madeleine Maccann que se le aparece en el salón de su casa para tomar un Nesquik. La entrevista era la excusa para atacar el trato de estos medios al caso.

El otro día con motivo del llamamiento a los bloggers españoles para que denunciaran el recorte del gobierno en I+D+I escribió la entrada que copio a continuación con la que yo me meo de la risa. El tipo tiene una formula que es escribir entradas en su blog como si fueran artículos sacados de la wikipedia en el año 2020.

El blog es http://www.mimesacojea.com el video de la ilustración es porque hoy es el día del Pilar y a lo tonto a las ocho de la mañana me he puesto esa jota en el youtube en el trabajo y casi se me escapa una lágrima, que yo he flipado, no se si será la resaca o que estar en el despacho trabajando (risas) en un día como hoy es como estar en el exilio en Alemania trabajando para una fabrica en los sesenta.

Hale y ahora a reir:

Ciencia española 2020 (o La ciencia en España no necesita tijeras)

(Artículo copiado de Wikipedia el 12 de marzo de 2020)

 
La década de 2010 a 2020 es conocida como la Era Dorada de los científicos españoles, particularmente de los alquimistas, los grafólogos, los numerólogos y, en general, los capricornio. 

En 2011, un español consigue el Premio Nobel de Física, lo que tiene una enorme repercusión mediática en La 2 un domingo de madrugada. 

La noche del 31 de diciembre 2011, dos millones de españoles con la FP sin terminar se suicidan después de que Pedro Piqueras abra su telediario diciendo que, según el calendario maya, el mundo se acaba en dos horas. Lamentablemente, el mundo no se acaba y Telecinco lidera el mes. 

En 2014, Iker Jiménez se convierte en Ministro de Ciencia e Innovación y declara que las antenas de los móviles dan cáncer porque lo ha leído en la Más Allá. Un mes después, Telefónica quiebra, lo que provoca que 250.000 personas pierdan su trabajo y 47 millones pierdan sus llamadas. 

En 2015 la homeopatía pasa a ser considerada oficialmente una ciencia y, sólo ese año, 12.426 españoles mueren de apendicitis en sus casas mientras beben mucho agua. 

En 2016, un grupo de científicos del German Cancer Research Center descubren la vacuna contra el cáncer, pero el comunicado coincide con un Barça-Madrid y en España nadie se entera hasta pasados tres años. 

En 2017 un taxista español lee un libro de Stephen Hawking y llega al final, lo que provoca que un grupo de adolescentes le propinen una brutal paliza al grito de ¡maricón! y ¡afrancesado! 

Ese mismo año, los médicos españoles empiezan a recomendar un innovador tratamiento contra el SIDA consistente en colocar la cama mirando hacia la ventana y dormirse con un mp3 de agua fluyendo. Miles de enfermos de SIDA mueren relajadísimos. 

En 2018 el Ministro Jiménez declara que los egipcios tienen poderes mentales, dando lugar a un importante incidente diplomático con Egipto. El Ministro de Asuntos Exteriores egipcio declara: "Sí, tenemos poderes mentales que los españoles desconocen: sabemos sumar". Pero lo dice en inglés y en España nadie lo entiende. 

En 2019 se amplía el presupuesto estatal para ciencia en un 1%, lo que hace que alcance la vertiginosa cifra de 3.200 euros, destinados íntegramente a un señor de Matalascañas que busca en qué parte del cerebro está el alma. 

A día de hoy, España es la primera potencia científica empezando por el final y es el único país donde el agua tiene derechos civiles por tener memoria.


 

De las cosas tristes

A este hombre lo encontramos dentro de su cabaña durante uno de aquellos largos paseos que dábamos a los poblados en busca  gente que necesitara ayuda de las enfermeras. Tenía una evidente demencia y una parálisis en medio lado del cuerpo. Me contó que se había caído de un coche en marcha y que desde entonces estaba allí encerrado, que no salía nunca de aquel minúsculo habitáculo y mientrás lo contaba no paraba de pedirme naranjas, me decía que le trajera naranjas. Supongo que tenía una sed brutal. Eso que lleva en la mano es una naranja, en Guinea lo que se hace es cortarles una parte por arriba y absorver poco a poco la enorme cantidad de zumo que tenían. Hablamos con la familia, para que lo sacaran de allí siempre que pudieran y lo sentaran fuera de la casa todos los días, que lo asearan y si fuera posible, que no lo era, que le cambiaran el colchón. A los pocos días volvmos a pasar por allí y me alegré de ver que aquel pobre hombre estaba sentado en una tabla en la puerta de su choza. Puede que fuera con este hombre con el que comencé a tomar conciencía de que nuestra labor allí no tenía ningún sentido. Que no se podían poner parches en un país con una de las familias presidenciales más ricas del mundo y que lo urgente era denunciar todo aquello no autocomplacerse con la caridad propia.

 

Panticosa y Nozar

Leo en el periodico que el grupo NOZAR ha presentado concurso de acreedores ante un juzgado. Fastidia por la cantidad de curritos que ven sobre sus cabezas pender la espada de Damocles, pero uno siente un macabro regocijo interior cuando atraviesa el mamotreto obsceno y elitista que esta empresa construyó en el balneario de Panticosa. Ahora el refugio de piedra, unico bastión proletario que queda, junto a las casetas de los obreros aun en pie, entre tanta mole de lujo para disfrute de millonarios, es trasladado mucho más arriba, en un paraje muy bello desde luego, mucho más de lo que es ahora el balneario, pero uno percibe cierto tufillo clasista en la decisión. Porque supongo que no quedará bonito estar tomando Dry Martini o lo que carajo beban los ricos, en una de las piscinas al aire libre del complejo a 10 euros la copa y a cien metros de ti montañeros descalzos con los pies hinchados sobre las sillas de plástico, cansados y sucios,  se tomen una jarra de cerveza fría por tres euros despues de coronar el Garmo Negro o el Argualas.

La herida

Ya está, ya regresé. He vuelto a España, donde todo es ordenado, sigue unos cánones y estoy de nuevo en el lugar en el que tenemos la imperiosa necesidad de pensar cada segundo en qué vamos a ocupar nuestro tiempo. 

Me resulta difícil ahora hablar de Guinea, todo está demasiado fresco y cercano, los sonidos, los sabores, los colores, todos los recuerdos hacen que la realidad que ahora pisan mis pies sea demasiado cruel. 

Dijo el escritor bosnio Ivo Andric que el recuerdo de Bosnia le acompañaría siempre, como una herida. Así siento yo ahora Africa y Guinea, como una herida que se abrió en mi conciencia y por la que emanan uno a uno todas las imágenes que retengo: 

Atravesar los caminos embarrados de la selva, los poblados incrustados, llenos de niños que corrían desnudos saludándonos y enviándoos sonrisas. El viaje en Cayuco hasta la idílica Corisco; los días de coco y pescado; la cena libanesa y la noche en el mar con la extraña y cautivadora atracción de un horizonte iluminado por las llamas de las plataformas petrolíferas; la hija de Gabriel, que el VIH consume tumbada sobre unas tablas sin recibir ninguna atención, porque simplemente no existe para ellos; los colegios llenos de sonrisas y vacíos de material; los hombres borrachos tras recibir su paga semanal, las mujeres del coro de la iglesia que nos invitaron a cervezas y nos pusieron nombres Fang y nos llamaron hermanos cuando ya el alcohol había acabado con la Fe; los atardeceres más rojos que vi jamás; los centenares de luciérnagas que iluminaban los senderos de la selva; el titi que apareció fugaz saltando de palmera en palmera; la amabilidad inocente de Cesar; la cadena de Aquilino; las tormentas eternas y duras,  la lluvia como balas de plomo, y los rayos que por la noche iluminaban la selva y acallaban sus seculares gemidos y gritos; el caos estruendoso de Bata y Malabo, los mercados de fruta y colores; los niños esclavos con su carga en la cabeza; las sonrisas desde los porches y ventanas; los juegos en el colegio; la honesta y coherente sinceridad de Paz; la dulzura de Roser (¡cuánto vales pequeña!, la sempiterna alegría de Noelia. 

Y sobre todo la injusticia evidente, dolorosa y cruel que golpeaba mi blanca alma cada vez que atravesaba el portal de una choza de madera y tejado de zinc. Cada vez que veía a un militar, adolescente y borracho defendiendo la obscena opulencia del poderoso. La vergüenza de observar a los jóvenes europeos, coetáneos míos, que viven la aventura Africana, agarrados como sanguijuelas al expolio de los recursos naturales del país, participando y siendo cómplices de la corruptela que sangra y deseca el subsuelo, que deforesta el bosque y construye sin orden y desaforadamente al ritmo del tamtam que el gobierno marca. Lavando después sus conciencias con proyectos humanitarios que debería realizar un estado rico en recursos, al que nunca denuncian, al que facilitan su expolio y del que sólo hablan en voz baja y en pequeños grupos de sus propios compatriotas. 

Y esa herida en mi conciencia, que se ensanchaba y exhumaba mi propia vergüenza, cuando sentado en la cafetería libanesa, frente al Banco Nacional, veía los lujosos todo terrenos, los adolescentes hijos de tal, vestido con ropas de marcas, los directivos de las empresas expoliadotes y mi seguro billete  de regreso a Europa en el bolsillo y recordaba a la hija de Gabriel, aquellos ojos hundidos sobre sus cuencas, gimiendo sobre las tablas de madera; y como me tembló la voz cuando le pedí hacerle una foto y como me temblaban las manos cuando preparaba la cámara y notaba una amargura de arena en la garganta y como aquella noche no pude dormir, y mientras el cielo rugía una y otra vez sobre la selva yo miraba aquellos ojos que atravesaban el objetivo de mi cámara y sabía que aquella imagen iría siempre conmigo, para evitar que mi herida cerrara.

*Voy a ir colgando fotos de Guinea en http://www.picheto.es